Antes del juicio la empresa intentó llegar a un acuerdo, estando dispuesta a pagar como un despido improcedente (45 días y 33 a partir de la reforma).

En el juicio intervino Ramón Gil como testigo de la empresa,  y por parte de Dani, una psicóloga forense (que acreditó que el compañero atraviesa por una depresión a causa del despido) y Miguel Marín (Delegado UGT Ayesa AT).

La acusación pide despido nulo y argumenta que no existen causa de despido ya que este se produce por haber denunciado un traslado que a su vez considera injustificado ya que el proyecto Unbulding nunca se puso en marcha. Alegan además discriminación por su situación de minusvalía (sordera) y reclaman daños por la depresión en que se encuentra por este motivo.

La defensa argumenta que Endesa solicitó la ejecución del proyecto, para ello se enviaron a 7 personas a Madrid, y posteriormente desistió de su ejecución. Por este motivo, se cancela el traslado previo a su ejecución y las 7 personas pasan a situación de ‘disponible’. Tras varios meses en disponible, considerando insostenible la situación los 7 trabajadores son despedidos.

Declara Ramón Gil para sustentar los argumentos de la defensa. Afirma que siente un gran afecto por Daniel, que él mismo le seleccionó y que ha sido un excelente trabajador al que nunca se ha tratado de manera diferente. Hace hincapié en las buenas evaluaciones que ha tenido. El resto de la declaración son aspectos ‘objetivos’ sobre la situación de la empresa.

Declara Miguel Mirán. Pone de manifiesto el desconocimiento que como trabajadores y RLTs tenemos de los proyectos que la empresa inicia y en especial de este Unbulding y que actualmente en el proyecto del que se sacó a Daniel se requiere refuerzo de otros equipos debido a la carga de trabajo. El abogado solicita la nulidad del despido y la reincorporación de Dani.