En medio de un devastador ciberataque que ha dejado a la empresa en crisis, surge un grito de indignación y desamparo, por la falta de previsión, nula comunicación y la ausencia de medidas de seguridad adecuadas, que han dejado a la plantilla completamente vulnerable.
Sin acceso a las herramientas básicas para mantener la continuidad operativa y en la más absoluta desinformación, la situación que hemos vivido podría haberse evitado con medios alternativos de comunicación —teléfonos móviles corporativos u otras herramientas alternativas—.
Ahora, para empeorar la situación, la empresa quiere exigir un doble factor de autenticación, utilizando los dispositivos personales, poniendo en riesgo la privacidad y seguridad personal.
El caos reina en la empresa mientras se repone del ciberataque. Sin embargo, esto no da derecho a exigir con carácter obligatorio el uso de un doble factor de autenticación, sino provee a la plantilla de los medios adecuados para poder hacerlo.
Pedimos que se dote a toda la plantilla de un móvil corporativo o medidas oportunas para el doble factor de autenticación, para evitar que reine el caos y desinformación entre la plantilla, si sucediera de nuevo alguna situación parecida a la vivida en los últimos días.